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No se oye, Pedro

Por: Luis Nieva.

En campaña electoral escuchamos hasta el hartazgo la “palabra de maestro” y el “no más pobres en un país rico”. Estos fueron los slogans del presidente, Pedro Castillo, cuando era candidato, pero hoy ya no se les escucha repetirlos. ¿Por qué será que ya no se oyen estas frases?

Lo cierto es que, durante su campaña, Castillo lanzó un sinfín de propuestas populistas como aquella que decía: «renunciaré al sueldo presidencialista y percibiré el sueldo de maestro”, pero las palabras se las llevó el viento. Por el contrario, el partido Perú Libre se ha encargado de demostrar que los únicos que se volvieron ricos en un dos por tres, fueron ellos.

Lujos palaciegos

En la sede de Palacio de Gobierno, Pedro Castillo mantiene las mismas frivolidades que tanto criticó en campaña. “Se acabó la planilla dorada”, decía. Sin embargo, nada de esto sería un cuestionamiento relevante, si no fuera porque en su mensaje de 28 de julio, apenas asumió el mandato, Castillo anunció que no despacharía en el palacio presidencial, más bien, lo convertiría en un “museo”. Su palabra se esfumó con los días. Solo en el mes de agosto se gastó 90 mil soles en alimentos dentro este recinto, según un informe de la revista Caretas.

Pero en Palacio de Gobierno no solo sigue despachando el presidente, allí también funciona la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), cuyo jefe, el también congresista, Guido Bellido, no tuvo inconvenientes a la hora de cobrar su primer sueldo de S/. 31 mil soles, según el portal de transparencia del Estado peruano. Bellido bien pudo optar por la remuneración de 15 mil soles que ganaría como parlamentario, pero prefirió quedarse con la más jugosa, es decir, el sueldo de premier.

Es preciso mencionar que en todos en los gobiernos anteriores estos funcionarios han disfrutado de los onerosos sueldos y privilegios que les otorga el Estado, sin embargo, la cuestión aquí es que, en el caso de Perú Libre, se la pasaron criticando la “planilla dorada” de los trabajadores públicos y, al final, ellos terminaron siendo “los ricos, en un país de pobres”.

No me alcanza

Si haber escuchado las contradicciones de Castillo sobre la “austeridad” no es suficiente, entonces lo que ocurre en su bancada en el Congreso los dejará perplejos. Los congresistas de Perú Libre se han atrevido a presentar un proyecto de ley que propone reducir los sueldos de altos funcionarios, sí, como ese de 30 mil soles que cobró su colega y premier, Guido Bellido en la PCM. Pero, ¿de que reducción puede hablar, por ejemplo, la parlamentaria oficialista, María Agüero, si ella misma dice que el sueldo de congresista no le alcanza. ¿Qué austeridad pueden proponer si casi todos los legisladores de Perú Libre han cobrado los 15 mil soles de gastos de instalación, ósea, doble sueldo por iniciar sus labores en el Parlamento?

Petro Perú

No hay duda que en Perú Libre, partido que se autodenomina marxista, entendieron mal la consigna comunista de “agudizar las contradicciones”, porque, en su caso, lo único que se ve son sus propias contradicciones. Mientras por un lado pregonan la reducción de sueldos en el Estado, en el gobierno de Pedro Castillo se permite que el directorio de Petro Perú eleve el sueldo del gerente general hasta los 52 mil soles. Se trata de la remuneración más alta en el aparato estatal después del director del Banco Central de Reserva (BCR) y que el propio presidente de la República.

Todo sube

Mientras el presidente y sus funcionarios siguen ganado igual o más que en anteriores gobiernos, la población a duras penas puede sostener el presupuesto mensual para la canasta familiar. Los precios de productos, como pan y el balón de gas, se han elevado y hasta los operadores móviles ya han enviado mensajes a sus clientes anunciando que incrementarán el costo de sus planes.

La devaluación de la moneda peruana frente al dólar ya no se puede contener más desde el BCR y esto empieza a reflejarse en los costos fijos de los hogares. Por más triste y crudo que suene, la frase que Perú Libre puso de moda, “no más pobres en un país rico”, se terminó convirtiendo en “todos pobres, mientras ellos se hacen ricos”.

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