
Por Hans Rothgiesser
Si uno descarga el Currículo Nacional de la Educación Básica del Ministerio de Educación y lo revisa entenderá mucho. Esto es el contenido de lo que se enseña en todos los colegios públicos. A aquellos desubicados que dicen que con la educación no se lucra y no se puede dejar que la educación escolar sea un mercado libre hay que explicarles que este no es un mercado libre. Es un mercado en el que el Estado interviene dando el servicio directamente.
Pues bien, si uno descarga ese documento de 224 páginas y busca el término “ecuaciones”, encontrará que se enseña como parte de las competencias relacionadas a resolver problemas de regularidad, equivalencia y cambio. Ahí se aspira a que los estudiantes planteen ecuaciones, inecuaciones y funciones. De las evaluaciones sabemos que no se cumple este objetivo tanto como querríamos, pero por lo menos está planteado. En este documento se expone los contenidos para las áreas curriculares de matemática, ciencia y tecnología, ciencias sociales y un área más llamada educación para el trabajo, que es a donde fueron a parar algunos contenidos que uno podría pensar que irían a otra que se debería llamar economía, pero que este plan nacional no tiene.
Está bien que haya un espacio en los colegios en los que se les enseña a gestionar proyectos de emprendimiento económico y social. Pero, ¿debería ser obligatorio? No todos nacieron para ser emprendedores. Aunque, con la realidad del mercado laboral peruano, es correcto enseñarle lo básico a todos. Seguro en algún momento les servirá tener esas herramientas mínimas. No obstante, esto no es economía. En esa área, por ejemplo, no les están enseñando los orígenes de la hiperinflación, de tal manera que luego no se dejen engañar cuando un presidente sugiere medidas económicas que generen presiones inflacionarias. No vayan a votar por un partido que propone esas medidas.
En el área de ciencias sociales se plantea como una competencia gestionar responsablemente los recursos económicos. Esto tampoco es economía, son más bien nociones de administración y gestión. Aquí no enseñan, por ejemplo, los peligros de que el gobierno se endeude demasiado y los problemas que trae luego, de tal manera que luego no se dejen engañar cuando un ministro de economía anuncia feliz que ha podido endeudarnos más. No vayan a votar por un partido que propone esas medidas.
En esa misma área se analiza y se desarrolla hasta los gobiernos militares, pero no se llega más allá. ¿Cómo van a aprender la importancia de la prudencia fiscal y las consecuencias de las desastrosas medidas del gobierno militar, entonces? No se ahondará en las consecuencias de tanta intervención estatal, por ejemplo. La apuesta por el exceso de empresas públicas. Eso no se enseña en el colegio. En Alemania, para que se hagan una idea, se enseña en secundaria las consecuencias económicas de la segunda guerra mundial y las políticas que se aplicaron para, hoy en día, ser una potencia mundial.
Que aquí no se enseñe las razones de ese fracaso económico no puede ser casualidad. Es consecuencia de una deliberada intención de mantener a los peruanos desinformados, de tal manera que sigan votando por partidos que siguen prometiendo modelos que hace un siglo fueron demostrados errados a nivel teórico y a nivel práctico. La realidad les ganó la batalla. Entonces, ¿qué hacen? ¿Adaptan su doctrina a la realidad? No, ¿para qué? Mejor trabajo en mantener a la población ignorante de la realidad, de tal manera que sigan creyendo en mis mentiras.