
Desde que inició el Gobierno del presidente Pedro Castillo, diversos grupos de activismo social han sufrido una serie de colapsos incoherentes en su afán de defender la gestión del mandatario. El último caso ha sido el de la, recientemente, designada ministra de la Mujer, Diana Miloslavich, quien realizó un plantón en exteriores de la entidad que, horas después, aceptaría dirigir. Allí protagonizó, junto a activistas feministas, una manifestación en la que exigían paridad en la recomposición de los ministros.
Flora Tristán
Ante la evidente simpatía de Pedro Castillo por nombrar a funcionarios con probados antecedentes de misoginia y homofobia, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán fue de los primeros en marcar distancia, no solo de Castillo, sino de la propia Diana Miloslavich, quien fue su coordinadora en el Programa de Participación Política. “La decisión de nuestra compañera Diana de participar en este Gabinete, es a título personal, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán no participa de gobierno alguno y continuaremos en nuestra labor de vigilancia permanente”, mencionó la ONG en un comunicado.
Comunicado desde el Consejo Directivo y la Dirección Ejecutiva del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán ante la designación del nuevo Gabinete. pic.twitter.com/fme9MDOB10
— Flora Tristán 🇵🇪 #EnDefensaDeLaDemocracia (@CMPFloraTristan) February 9, 2022
De Bellido a Valer
La presencia de Miloslavich en el nuevo Gabinete de Aníbal Torres viene a cumplir la misma función que la de Anahí Durand, la cual es mantener a raya a los sectores progresistas. Durand, integrante del grupo de Verónika Mendoza, no tuvo reparos en formar parte del primer Gabinete de Guido Bellido, a pesar de que, al también congresista de Perú Libre, se le detectaron un sinnúmero de publicaciones machistas y homófobas en sus redes sociales. Incluso fue investigado en la Comisión de Ética del Congreso por decirle a su colega, la parlamentaria Patria Chirinos, “solo falta que te violen”. Ese primer Gabinete con el que inició el Gobierno de Pedro Castillo tampoco tuvo paridad, como tanto ha reclamado la actual ministra Diana Miloslavich.
Para calmar las críticas, la antecesora de Miloslavich ofreció talleres de género para los ministros, pues, además de Bellido, se presentaron casos de agresiones a mujeres reporteras durante las actividades de presidente. La iniciativa, por supuesto, cayó en saco roto. Es así que no sorprende que Miloslavich, al igual que Durand, haya dejado de lado sus luchas feministas, para aceptar un fajín ministerial en el Gobierno de Perú Libre.
Más agresores
Antes de Valer y Aníbal Torres como jefes de PCM, Mirtha Vásquez, conocida política de izquierda y activista feminista, también tuvo que tolerar la presencia de agresores de mujeres en su Gabinete. Por ejemplo, el ratificado ministro de Transporte y Comunicaciones (MTC), Juan Silva, fue denunciado por violencia familiar por su expareja el 28 de marzo del 2011, así lo reveló Cuarto Poder. La propia Miloslavich, horas antes de asumir como ministra de la Mujer, había criticado a su ahora compañero de Gabinete, el ministro de Defensa, José Gavidia, por haber calificado como “temas personales” las denuncias de violencia familiar contra el expremier Héctor Valer.
El día 3/2 en Ampliación de noticias se entrevistó a la actual ministra de la mujer Diana Miloslavich. Ella criticó las declaraciones del actual ministro de defensa, José Gadivia, quien calificó como tema personal las denuncias por agresión física de Héctor Valer. pic.twitter.com/OAnucBbyRd
— Catalina Quinto 🇵🇪 (@CatalinaQuintoH) February 9, 2022
No cabe duda de que Pedro Castillo en lo último que piensa es en la agenda feminista. Ya en campaña había soltado una frase infeliz sobre el feminicidio, “es producto de la ociosidad que genera el mismo Estado”, dijo aquella vez. Su actual primer ministro, Aníbal Torres, va en la misma línea, ya que recién solicitará a los 18 ministros de Estado, que integran el Consejo de Ministros, presentar un informe para conocer si tienen antecedentes de denuncias de violencia contra la mujer.
Por su parte, las activistas feministas como Anahí Durand y Diana Miloslavich, para justificar sus posiciones incoherentes, han argumentado que aceptaron cargos para “pelear desde adentro”, sin embargo, más ha pesado el cargo de ministro que sus convicciones. Después de esto, los electores de la izquierda progresista se la pensarán dos veces antes de volver a creer en las promesas de estos grupos que levantan y usan para su conveniencia las banderas del feminismo y otras luchas sociales.