Por: Luis Nieva

El factor Cerrón tiene a Mirtha Vásquez preocupada. La presidenta del Consejo de Ministros va al Congreso este lunes 25 de octubre a pedir el voto de confianza y solo tiene seguro el apoyo de las bancadas que generalmente inclinan la balanza, Acción Popular y Alianza para el Progreso. La premier necesita de 66 votos (la mitad más 1 de los 130 congresistas) para continuar en el cargo y si no lo logra, ella y todo su Gabinete tendrían que regresar por donde vinieron.

De caer el Gabinete de Mirtha Vásquez, el Gobierno ya sumaría la primera cuestión de confianza negada, un escenario perfecto que acerca a Perú Libre a su objetivo principal, disolver el Congreso. Es por eso que es prudente advertir que el exceso de confianza podría significar una mala jugada a la oposición. Vladimir Cerrón quiere deshacerse de la nueva premier – de la cual piensa entregará la cabeza del ministro del Interior apenas obtenga la confianza del Congreso – y, a su vez, tener la primera bala de plata para cerrar el Parlamento. Según, lo publicado por Hildebrandt en sus trece, la Bancada de Perú (37 congresistas) podría partirse el día de la votación dejando a Mirtha Vásquez con solo 13 votos oficialistas, los del ala magisterial cercana a Pedro Castillo. Lo más probable es que el lunes veamos a la Bancada de Perú Libre votar al final, de tal manera que irán contando los votos, y si Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular votan en contra, solo les bastará a ellos abstenerse o votar en el mismo sentido que los opositores para darle la estocada final a la jefa de PCM.

Además, Cerrón tiene a su favor la pésima actuación de Mirtha Vásquez ante la aprobación de la ley que regula la cuestión de confianza y que se avizora como una derrota para el Ejecutivo en el Tribunal Constitucional. Ahora dependerá de las bancadas opositoras si se mantienen firmes en negar la confianza, bajo el riesgo de que Cerrón aproveche ello para obtener su primera bala de plata, la cual llevará en bandeja a Pedro Castillo para demostrar su efectividad, algo que la premier de la “izquierda moderada” no ha podido lograr.