
ENTREVISTA
Por Yesenia Alvarez.
@yesiyeat
En La Cuestión entrevistamos al sociólogo venezolano Trino Márquez autor del libro Hugo Chavez, caudillo. Cómo el populismo destruyó la democracia venezolana.
Márquez es profesor de la Universidad Central de Venezuela, académico de Cedice y escribió este libro durante el confinamiento originado por la pandemia de Covid-19. Comenta que “su redacción le ayudó a calmar la angustia y aprovechar al máximo el prolongado cautiverio.” Su propósito es mostrar a las nuevas generaciones y a lectores del exterior cómo ocurrió “el ascenso de un modelo autoritario populista que acabó con la democracia venezolana”
Parece que Márquez nos hablara a los peruanos. Uno de sus objetivos con el libro es contar la historia de manera sucinta de cómo fue que Hugo Chávez, “ese caudillo grandilocuente derrotó en varias ocasiones consecutivas a una oposición democrática.”
A través de sus páginas busca narrar “los episodios cruciales de la trayectoria de Chávez, cuyo ascenso a la cúspide pudo haberse evitado si quienes tuvieron en sus manos la posibilidad de hacerlo hubiesen pensado más en términos estratégicos —en la República, en los intereses colectivos y en el porvenir del país— y menos en ellos mismos.”, como comenta en la introducción de su libro.
Compartimos esta primera entrega de la entrevista al profesor Márquez.
Los primeros pasos del caudillo y su modelo autoritario
Yesenia Alvarez: ¿En qué momento Venezuela deja de ser una democracia? Una vez que Chávez se instala ganando las elecciones cómo comienza a desmantelar la democracia. ¿Cuáles son las primeras medidas o pasos principales que identifica en ese camino hacia lo que usted ha llamado la destrucción del Estado republicano?
Trino Márquez: La primera medida Hugo Chávez las comienza a adoptar por allá en el ya lejano, 1999. Recordemos que él había ganado las elecciones presidenciales de diciembre del año 1998. Tomó posesión del cargo de presidente de la República en febrero del año 1999 y ya desde el comienzo se comenzaron a notar algunas medidas de corte autoritario. La primera de ellas fue el llamado a La Constituyente que había sido una promesa electoral.
La Constituyente no estaba prevista en el ordenamiento jurídico de la Constitución de 1961 que era la que regía en ese momento sin embargo Hugo Chávez forzó a la entonces Corte Suprema de Justicia para que admitiera la convocatoria de una Asamblea Constituyente. Y esto sin duda alguna forzó a la Constitución y llevó a la Corte Suprema a adoptar una decisión que no estaba contemplada, ni en la Constitución, ni en el ordenamiento jurídico. Allí hubo un primer elemento o un primer atisbo de lo que sería el gobierno de Hugo Chávez.
Lamentablemente en aquel momento los magistrados de la Corte Suprema de Justicia admitieron convocar a una Asamblea Constituyente en unas condiciones que violaban claramente la carta de 1961. Bueno, se realizó primero el referéndum aprobatorio y luego se convocó a la Constituyente cuyas elecciones se realizaron en julio del año 1999. Se eligieron a los integrantes y allí en esa Asamblea el oficialismo representado por Hugo Chávez ganó la mayoría, la inmensa mayoría.
Con un método que no era expresión de la democracia que imperaba porque se violó el principio de las minorías y entonces hubo una segunda violación. Las minorías no estuvieron representadas al punto que la oposición obtuvo casi 42% del total de los votos emitidos pero apenas obtuvo menos de 20% de la representación parlamentaria. Con lo cual el oficialismo se quedó con la inmensa mayoría de la Asamblea Constituyente o sea allí hubo un segundo elemento que quebrantó, que violó la Constitución de 1961.
Posteriormente la inmensa mayoría que conformaba la Asamblea Nacional decidió disolver el congreso, que existía en ese momento, que había sido electo en noviembre del año 1998.
Ese congreso fue disuelto de manera arbitraria y entonces se violentó nuevamente el Estado de derecho. Además se creó una especie de congresillo, así se le llamó popularmente, que asumió las labores legislativas del Parlamento Nacional.
Lo que les quiero decir es que desde los propios inicios del régimen de Hugo Chávez se notó, que esté Caudillo decimonónico venía con un proyecto muy claro y además estaba muy determinado a destruir la democracia liberal, a destruir las instituciones del Estado republicano. A acabar con la libertad de expresión, con los partidos políticos existentes, con las organizaciones civiles independientes y pronto, muy pronto después se vio que quería destruir también el carácter institucional que hasta ese momento habían tenido las Fuerzas Armadas que era un cuerpo que servía de columna central a la democracia liberal que existía en Venezuela.
Entonces, Hugo Chávez adoptó el método, el librito que adoptan en general los líderes populistas, carismáticos, autoritarios, que es que se colocan por encima de la ley, desconocen las instituciones vigentes, desconocen el estado derecho y ellos se convierten en los jefes supremos del Estado y de la Sociedad y se convierten en quienes dictan las leyes y en quienes imponen todas las condiciones, ese es un rasgo que caracterizó a Chávez desde el comienzo de su mandato.
EPISODIO CRUCIAL: LA CONVOCATORIA A LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
Yesenia: Yo sé que a veces es difícil hablar de las ucronías, pero ¿qué hubiera podido contener el autoritarismo o cambiar el destino de Venezuela?
Trino: Mira, yo sé como tú sugieres que es muy fácil ser profeta del pasado, pero fíjate creo que hay un elemento esencial que habría permitido modificar la historia o por lo menos que le hubiera puesto muy difícil a Hugo Chavez haber avanzado tan rápidamente en su proyecto hegemónico y era la decisión de impedir que convocara a la Asamblea Nacional Constituyente ¿Por qué? porque la Constitución de 1961 establecía dos mecanismos para su reforma.
Eran dos mecanismos tortuosos, difíciles porque Venezuela, una República con una historia relativamente corta había tenido 25 constituciones a lo largo del período democrático y entonces el Constituyente o el legislador del año 59 decidió que en esta ocasión se iba a poner un candado, se iba a amurallar la Constitución y decidió no incluir la figura de la Constituyente y estableció dos mecanismos para su reforma.
Uno era través de los Consejos Legislativos y otro era a través de los dos tercios de lo que en aquel momento era el Congreso de la República. Y ninguno de los dos factores existían. Hugo Chávez no tenía el control, ni del Congreso de la República, ni tenía el control de las Asamblea legislativas de los Estados. Entonces si la Corte Suprema de Justicia en aquel momento hubiera dicho: No, la Asamblea Nacional no puede convocarse y solamente es posible reformarla a través de los dos mecanismos existentes. Esos dos que te acabo de mencionar, entonces el proceso habría sido más lento y probablemente no se hubiera podido realizar porque lo que le abrió a Hugo Chávez las compuertas para el autoritarismo y para destruir las instituciones del orden democrático fue La Constituyente y la clara mayoría que obtuvo gracias a ese ardid que le permitió violar el principio de la representación de las minorías que estaba contemplado en la ley del sufragio de aquel momento.
Yo diría que si hay un momento, hay un pecado original para hablar en términos bíblicos ese el pecado original. No quiero decir que Hugo Chavez no lo hubiera hecho, probablemente habría tenido que dar un autogolpe, probablemente hubiera tenido que apresar a los miembros de la Corte Suprema de Justicia, habría tenido que disolver el Congreso de la República pero todo todo se lo facilitó esta complacencia de la Corte Suprema de Justicia que admitió que se violara con su propio consentimiento la Constitución de 1961.
En nombre de la democracia participativa, de la democracia directa, de la democracia popular, en nombre de esas fachadas se violó la Constitución del 61 y se violó el ordenamiento jurídico y como lo vimos después se terminó destruyendo todo el sistema democrático.
Lea la segunda parte de esta entrevista el próximo 31 de agosto en www.lacuestion.pe