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Apurímac-Cusco: otro conflicto que se gesta

Por: Javier Iván Arenas.

Desde semanas atrás, diversos actores sociales y políticos de la región Apurímac, empezando por el gobernador regional Baltazar Lantarón , autoridades de las provincias de Cotabambas – Antabamba – Aymaraes y otros dirigentes de frentes de defensa, han empezado a promover la idea de la construcción del denominado corredor económico trasandino cuyo objetivo es que la producción cuprífera de la megaoperación Las Bambas evite transitar por el corredor minero del sur, zona donde más del 60% está dentro de la región Cusco y sus provincias altas.

La propuesta de autoridades y dirigentes sociales apurimeños de construir un nuevo corredor minero que pase solo por los pueblos y comunidades de la región Apurímac es comprensible por una sola razón: los constantes bloqueos y la alta conflictividad en las provincias cusqueñas organizador por los dirigentes de Chumbivilcas y Espinar, junto a asesores y abogados y organizaciones no gubernamentales de izquierda afecta y amenaza el desarrollo económico y social de Apurímac cuyo PBI depende de alrededor del 80% de la minería moderna, exactamente de Las Bambas.

Si bien la propuesta para la construcción del denominado corredor económico trasandino está en pañales, ha empezado a vislumbrarse como una alternativa en el largo plazo frente a la alta conflictividad social con las comunidades cusqueñas. Este nuevo corredor tendría alrededor de 265 kilómetros (el corredor minero tiene 400 kilómtros) y pasarían por 3 provincias, 6 distritos y 15 comunidades, mucho menos que el actual corredor minero que pasa por casi 40 comunidades.

El detalle es que es altamente probable que las comunidades cusqueñas de Espinar y Chumbivilcas se opongan a que Las Bambas transporten su producción de cobre por otra vía que no sea por la que ya se hace, es decir por el corredor minero del sur. Algunas de las comuneros de Chumbivilcas y Espinar, atizadas por dirigentes ideologizados y organizaciones no gubernamentales de izquierda, pretenden convertir a sus comunidades como parte del área de influencia directa no obstante que están a 200 kilómetros de las operaciones de Las Bambas. Esta es la razón por la que no permitirían que Las Bambas deje de transportar su producción por Chumbivilcas y Espinar.

Se estima que por un día de bloqueo del corredor minero del sur la región Apurímac pierden alrededor de 1.5 millones de soles en regalías. Solo en el último bloqueo de hace semanas atrás donde la comunidad de Ccapacmarca (Chumbivilcas) interrumpió el paso de los camiones de Las Bambas durante más de 15 días, la región apurimeña habría perdido casi 22 millones de soles en regalías.

Se viene un conflicto social muy grande entre Cusco y Apurímac de proporciones que aún no se conocen pero lo que sí se sabe es que esta parte estratégica para el Perú el Estado está desaparecido.

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