
Por Iván Arenas
Pese a que la minería moderna es el principal motor económico del Perú, todo indica que la clase política opositora soslaya de cabo a rabo semejante información. Lo que sucede en Las Bambas, operación minera más grande del Perú que representa casi el 1% del PBI peruano y que emplea de manera directa a más de 9 mil personas, amén de los aportes para Apurímac, debería ser cuestión de alarma general y preocupación particular de la clase política; sin embargo, no es así.
Ahora bien, se sabe que la administración Castillo tiene un propósito ideológico con respecto a la continuidad de Las Bambas y con toda la minería moderna. Si uno sigue la línea de lo hecho por el gobierno de Castillo hasta ahora con respecto a la minería, se dará cuenta del claro propósito: estatizar y nacionalizar la minería moderna. De allí su dejadez, la entrega total de la autoridad a las dirigencias rentistas en las comunidades.
Todo lo anterior es el propósito del gobierno del Castillo y del ala doctrinaria de Perú Libre. Pero lo que sorprende es la poca reacción de la oposición con respecto a los bloqueos y paralización de las principales operaciones mineras en la sierra peruana. ¡Nadie dice esta boca es mía!
¿Cómo es posible que Cuajone por ejemplo estuviese sin operar durante más de 30 días y la oposición no ha llamado al Congreso al titular de Energía y Minas? ¿Cómo es posible que comuneros hayan invadido Las Bambas y tengan paralizada la operación más importante del Perú y en el Congreso nadie dice absolutamente nada importante? ¿Qué está pasando en el Parlamento?
Todo indica que en el Congreso no hay claridad a quien realmente representa: ni a Las Bambas, ni a Cuajone ni a la minería moderna , sector en crecimiento y con un super ciclo del precio del cobre. Si a ello sumamos las recientes votaciones a favor de un nuevo retiro de las AFPs, que es desmontar el sistema privado de pensiones, entonces solo podemos decir que la distancia entre el Congreso y la economía real del Perú es larga.
La única manera de que el Perú pueda seguir reduciendo pobreza y generando crecimiento son por medio de las inversiones privadas que representan el 80% de toda la inversión. En ese sentido, Perú pierde puntos en las mediciones mundiales de atracción de la inversión minera mientras los paros y los bloqueos continúen.
La única manera de entender que a los congresistas opositores no se les mueva una ceja por lo que sucede con la minería peruana es que no entienden que la estrategia de Perú Libre no es otra cosa que nacionalizar y estatizar. Mientras ello sucede, miles de trabajadores de Las Bambas salen a protestar por sus empleos. Advertidos estamos.